En primer lugar,
debemos recordar que el entrenamiento físico de resistencia provoca mejoras cardiorrespiratorias,
remodela el músculo esquelético, favorece la oxidación, y promueve cambios
favorables en la sensibilidad de la insulina. En segundo lugar, el
entrenamiento interválico de sprint son fases intermitentes de ejercicios
intensos separados por periodos de ejercicio de baja intensidad durante la
recuperación. Este tipo de entrenamiento ha reportado mejoras cardiorrespiratorias,
la capacidad oxidativa del musculo esquelético y la sensibilidad de la
insulina.
Este estudio
comparo los efectos de 12 semanas de cada uno de los dos programas sobre la
sensibilidad de la insulina, el fitness cardiorrespiratorio y el contenido mitocondrial
del músculo esquelético en hombres
sedentarios.
Para llevarlo a
cabo 27 hombres formaron parte del estudio, de acuerdo con las características
descritas en la tabla. Se llevó a cabo test de VO2 máx, test de composición
corporal, test de tolerancia de glucosa intravenosos y una biopsia muscular del vasto interno.
En relación al protocolo de entrenamiento, se llevó a cabo un microciclo introductorio durante la primera y segunda semana, para pasar a un microciclo con tres sesiones por semanas, excepto en la semana 7 donde se reduce a dos sesiones para realizar una evaluación a mitad del proceso. En entrenamiento de resistencia supuso una fase de entrada en calor de 10 minutos, 50 minutos de actividad física vigorosa y 10 minutos de vuelta a la calma. El entrenamiento interválico de sprint supone 1 minuto de ejercicio intenso intermitente dentro de una sesión de 10 minutos.
Después del
programa de entrenamiento las conclusiones que se pueden extraer son:
- Se produjo una mejora de la sensibilidad de la
insulina.
Se
produjo una mejora del fitness cardiorrespiratorio, al elevarse el VO2max en
ambos casos.
- Se produjo una mejora contenido mitocondrial del
musculo esquelético.
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