Para poder describir primeramente que es la epicondilitis
deberemos conocer la anatomía del codo y su funcionamiento.
El codo es una articulación conformada a partir de la unión
de los huesos humero, cubito y radio. La unión de los huesos se produce por el
ligamento colateral radial, colateral cubital y el ligamento anular. Permiten
movimientos de flexión-extensión así como de pronación-supinación.
La epicondilitis es una lesión que se manifiesta en la cara
externa del humero en su inserción con el codo. Suele manifestarse con dolores
en dicha zona que impiden el desarrollo de las funciones del codo. Tras la
realización de numerosos movimientos de flexión y de supinación del antebrazo
se producen microrroturas en el la inserciones musculares que se insertan en el
epicóndilo (Tendón). Los dolores suelen producirse cuando el sujeto está
realizando la actividad o inmediatamente después de terminar la actividad.
Suele ser un dolor que se irradia por los músculos flexores-extensores y
pronadores-supinadores. En algunos casos se ha llegado inflamar la zona
afectada.
Algunos de las causas que nos pueden ayudar a diagnosticar la
epicondilitis son:
Sobrecarga debido a un número elevado
de golpeos
Utilización de una técnica incorrecta,
que en muchas ocasiones nos viene descrito por las observaciones que nos hará
nuestro entrenador.
En algunas ocasiones el Cambio de
objeto (raqueta, pala) con la que estamos habituados a jugar. Nos puede llevar
a una Excesiva fuerza generada por la
mano al agarrar el objeto.
Desequilibrio muscular y/o pérdida de
flexibilidad.
El tratamiento de esta afectación pasa por varios estadios
según el grado. En muchas ocasiones es necesario acudir al fisioterapeuta para
que realice una infiltración en la zona. A continuación veremos algunos de los
pasos que podemos hacer en nuestro domicilio para poder enfrentarnos a esta
lesión.
En primer lugar será necesario reducir la actividad durante
un periodo de tiempo para reducir la inflamación. A su vez, la aplicación de
hielo es esencial, y en muchas ocasiones la colocación de Tape ayudará a aliviar
los síntomas y a acelerar este proceso.
Posteriormente a ello, deberemos fortalecer la zona a través
de ejercicios de rehabilitación. Algunos de los ejercicios que son interesantes
realizar serán:
Movimientos de circundución hacia
dentro y hacia afuera. 3 repeticiones de 1 minuto de duración. Descanso de 30
segundos entre series.
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Con la espalda
apoyada en la pared, mantenemos la pica en las manos manteniendo la flexión
de codo. 3 repeticiones de 1 minuto de duración. Descanso de 1 minuto entre
series.
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De pie, con una
pelota de baloncesto o similar, nos pasamos la pelota por delante y por
detrás sin que caiga al suelo. 3
repeticiones de 1 minuto de duración. Descanso de 30 segundos entre series.
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De nuevo, con
pelota, lanzamos la pelota con las manos contra la pared y hacemos rebotes
usando las manos únicamente. 3 repeticiones de 1 minuto de duración. Descanso
de 30 segundos entre series.
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Por parejas,
realizamos pulsos.
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Por parejas,
realizamos recorrido a carretilla tanto de cubito prono como de cubito
supino. 3 repeticiones de 1 minuto de duración. Descanso de 30 segundos entre
series.
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Bibliografía
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