Cualquier deportista, de
cualquier modalidad deportiva, debe conocer cuáles son los cambios que se
producen en el cuerpo para poder llevar a cabo el objetivo de su deporte.
Conocer estos cambios será esencial para mejorar el rendimiento deportivo, a través
del entrenamiento, alimentación y descanso.
Cuando el deportista está
entrenando o compitiendo, su cuerpo sufre una serie de cambios para poder
realizar esa acción. Estos son:
Se producen
adaptaciones cardiovasculares. El corazón aumenta su frecuencia cardiaca y la
fuerza de contracción. Esto produce que el volumen/minuto de sangre que el corazón
bombea aumenta. La musculatura implicada,
por lo tanto, recibe más sangre para aportar más oxígeno y nutrientes, pero
este aporte no compromete tejidos vitales. De la misma manera, la sangre se
encarga de eliminar de la musculatura las sustancias de desecho de la
musculatura implicada. La activación del sistema nervioso simpático tiene mucha
importancia para lograr que el corazón aumente su rendimiento. De la misma
manera, el sistema endocrino colabora al liberar adrenalina, favoreciendo los
procesos descritos anteriormente.
Se producen
adaptaciones respiratorias. El ejercicio provoca que se produzca un aumento de
la frecuencia respiratoria, aumentando por ello el suministro de oxígeno y la eliminación
de dióxido de carbono. La Hemoglobina es la encargada de realizar el transporte
de Oxígeno, que la captará en los pulmones (donde la cantidad de Oxigeno es
elevada) y la cederá en las partes donde el dióxido de carbono es elevado y el oxígeno
escasea (la musculatura).
Se producen
adaptaciones metabólicas. Se activan las vías metabólicas para generar ATP y la
movilización de reservas energéticas (Glucogenolisis y lipolisis)
Otros aspectos importantes que
debemos atender para mantener el equilibrio corporal u homeostasis son:
Temperatura, la
contracción muscular genera gran cantidad de calor. Los receptores de
temperatura corporal informarán al cerebro de ese aumento de temperatura y para
eliminar ese calor se ponen en funcionamiento varios sistemas; la sudoración,
la vasodilatación cutánea y la redistribución del calor por todo el cuerpo a
través de la sangre.
Regulación del
PH. El ejercicio provoca un aumento de la acidez que debe ser corregido.
Bibliografía:
López Chicharro, J., & Fernández Vaquero, A. (2006). Fisiología
del ejercicio. Madrid: Médica Panamericana.
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