Aunque la obesidad puede
tener diversos orígenes, el actual estilo de vida basado en la ingesta de
alimentos altos en energía, grasas saturadas y carbohidratos refinados, así
como una disminución de la actividad física han provocado un desequilibrio en
el balance energético del organismo, el cual almacena grasa excesivamente como
potencial fuente de energía y como consecuencia desarrolla la obesidad (Broyles et al., 2010).
La masa grasa visceral es
un factor determinante de la resistencia a la insulina, asociado al deterioro que
conduce a la diabetes y enfermedades cardiovasculares (Rank et al., 2013). Asimismo, la falta de
actividad física es un factor de riesgo para la aparición del síndrome metabólico
(Blanchard et al., 2013).
La prueba de campo denominada test Course Navette de 20 metros, ha sido comúnmente
utilizada en el ámbito de escolar para determinar el parámetro fisiológico
denominado consumo máximo de oxígeno (VO2máx).
En el ámbito de la salud, los niños con bajos valores
de VO2máx evaluado mediante el
test Course Navette de 20 metros presentan
obesidad, enfermedades metabólicas y cardiovasculares (Ruiz et al., 2011).
Para solucionar esta problemática, se
han realizado múltiples programas de intervención exitosos para prevenir el
sobrepeso y la obesidad infantil, tal es el caso del programa Coordinated Approach to Child
Health (CATCH),
llevado acabo por un equipo de investigación de cuatro universidades: University of California at San
Diego, University of Minnesota, Tulane University y University of Texas Health
Science Center at Houston.
Para ejecutar el programa
CATCH en las escuelas, se consideraron muchos componentes para la promoción de
la salud, incluyendo un programa para la disminución del consumo de grasa,
grasa saturada y sodio en la dieta de los niños, aumentar la cantidad de
actividad física y prevenir el fumado (Perry et al., 1990). El programa también incluyó
modificaciones en el ambiente, en donde el componente de actividad física se
enfocó en que la educación física se proporcionara cinco veces por semana y los
maestros de educación física fueran instruidos para involucrar a los niños en
actividad física e incrementar la actividad física de moderada a vigorosa
intensidad al menos el 50 % del tiempo de la clase (Kelder et al., 2003). El programa CATCH tuvo
resultados positivos en producir al menos cambios en la dieta y conductas
relacionadas a la actividad física, en donde los estudiantes que participaron
en el programa CATCH consumieron menos grasa y participaron en más actividades
físicas fuera de la escuela.
El objetivo del estudio fue evaluar el
efecto de un programa de actividad física con intensidad de moderada a vigorosa bajo
el modelo de CATCH sobre el porcentaje de grasa corporal y la capacidad
aeróbica en niños con sobrepeso y obesidad. El principal resultado de la
investigación fue que 10 meses de participación de los niños diagnosticados con
obesidad –de acuerdo con la edad y género por su índice de masa corporal (IMC)–
mejoran de manera significativa el VO2máx
y reducen modestamente el porcentaje de grasa corporal.
En conclusión, un programa de 10 meses
de actividad física con intensidad de moderada a vigorosa bajo el modelo CATCH mejora
significativamente la capacidad aeróbica y reduce modestamente la adiposidad en
niños con sobrepeso y obesidad. Sin embargo, en el futuro es importante
realizar más investigaciones que clarifiquen las posibilidades de efecto del
ejercicio físico en la grasa corporal en niños con las patologías de sobrepeso
y obesidad.
Bibliografía
Hall-lopez, J. A., Ochoa Martínez, P. Y., Zamudio
Bernai, A., Sánchez León, R., Uriarte Garza, L. G., Jesús Almagro, B., . . .
Sáenz-López Buñuel, P. (02 de 12 de 2017). MH Salud. Obtenido de MH
Salud: http://www.revistas.una.ac.cr/index.php/mhsalud
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