Cuando realizamos ejercicio físico,
nuestro cuerpo utiliza diferentes sistemas para obtener la energía necesaria.
No es lo mismo una carrera de 100 metros que una prueba de 10 kilómetros.
Para ello, es necesario conocer cuáles son
los procesos por los cuales se produce la obtención de energía, siendo
primordial conocer si existe o no aporte de oxígeno.
En un primer momento se activa el sistema
anaeróbico aláctico. Este sistema se encarga de obtener energía a través de la
degradación del ATP (que pasara a ADP+Pi+energía) En un primer momento y
posteriormente a través del PC (la fosfocreatinina o PC se une al ADP para
generar de nuevo ATP e iniciar el proceso) sin la necesidad de la intervención del
oxígeno. Es un sistema que nos aporta energía rápidamente, pero que se agota también
rápidamente, con lo que el cuerpo necesita buscar otros sistemas para obtener energía.
El siguiente sistema es el sistema
anaeróbico láctico. Este sistema se caracteriza por la degradación del glucógeno
Muscular y posteriormente Hepático y la
glucosa para obtener energía. La degradación de la glucosa genera ATP, pero de
la misma manera produce una sustancia que se conoce como Acido pirúvico, que
posteriormente se convertirá en ácido láctico. Este compuesto de desecho deberá
ser eliminado por el organismo.
El tercer sistema de obtención de energía es
el sistema aeróbico. Este sistema se encarga de obtener energía a través de la
degradación de la glucosa, Lípidos y de incluso proteínas con la participación
del oxígeno.
El proceso se inicia de la misma manera que
el sistema anaeróbico láctico, la principal diferencia es la entrada del Oxígeno
en el proceso, evitando que el ácido Pirúvico se convierta en Ácido láctico y convirtiéndolo
en Acetil coenzima A. La Acetil coenzima A entra en el ciclo de Krebs que
liberará de nuevo ATP y NADH Y FADH2. Estos dos nuevos productos resultantes entran
en la cadena de electrones, aportando de nuevo ATP. Se genera un total de 34
moléculas de ATP.
Posteriormente se produce la obtención de energía
a través de los lípidos. Tras la descomposición
de los Triglicéridos, el resultado es 3 ácidos grasos y un glicerol. La beta oxidación
provoca que los ácidos grasos pasen a ser Acetil coenzima A, iniciando de nuevo
el proceso descrito anteriormente. A su vez, el glicerol al ser degradado,
produce Acido Pirúvico, que como vimos anteriormente, al entrar en contacto con
el oxígeno se convertirá en Acetil coenzima A. el proceso genera 463 Moléculas
de ATP.
El último proceso de obtención de energía
es a través de las proteínas. Este proceso se da cuando la duración del
ejercicio es elevada, superando la hora. Es necesario que se produzca un ciclo
de ida y vuelta entre el musculo y el hígado. Del musculo sale la alanina, que
al llegar al hígado se convierte en Glucosa, volviendo al musculo como fuente
de energía. Se suele producir entre 30-40 moles de ATP. De este proceso de conversión
surgen sustancias toxicas como el amoniaco, que será transformado en el hígado por
Urea.
Bibliografía
Segura, R.
(2003). Principios de las zonas de entrenamiento. cálculos automáticos. Alto
rendimiento, 3-10.
Wilmore, J. H., & Costill, W. (2006). Fisiología
del esfuerzo y del deporte. Madrid: Paidotribo.
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