La tendinitis rotuliana es
una lesión muy común en deportistas que implican alto impacto, como por ejemplo
el baloncesto. La tendinitis rotuliana es una inflamación del tendón rotuliano, que une la rótula con la tibia. la tendinitis rotuliana se produce por una sobrecarga de la zona descrita. para comprender mejor la lesión, es necesario conocer previamente la anatomía de la rodilla.
En la articulación de la
rodilla participan múltiples huesos y ligamentos. En primer lugar, vamos a
centrarnos del nivel óseo. El fémur forma parte principal de la articulación de
la rodilla. El fémur, en su parte más (distal) cuenta con lo conocido como los
cóndilos femorales. Los cóndilos femorales, de forma redondeada, permiten que
el fémur se pueda articular tanto con la tibia. La Rótula es otro de los
elementos óseos de importancia en la rodilla. Con forma de diamante, es un
hueso plano en la parte anterior de la rodilla en la que se insertan tendones.
Siguiendo a nivel óseo, los siguientes huesos de los que debemos hablar son la
tibia y el peroné. La tibia se articula con el fémur en su parte más (axial) y
con el astrágalo en su parte más (distal). El siguiente hueso es el peroné, que
se articula en su parte superior con la tibia y en su parte inferior con la
tibia y con el astrágalo.
A nivel ligamentoso,
tenemos que hablar de numerosos ligamentos que articulan la rodilla y la
preservan de los diferentes movimientos:
Ligamento colateral lateral
externo. Ligamento lateral que une el fémur con el peroné.
Ligamento colateral medial. Ligamento lateral que une el fémur con la
tibia.
Ligamento cruzado anterior. Ligamento que une la tibia y el fémur por
la parte anterior de la rodilla, en forma de cruz.
Ligamento cruzado posterior. Ligamento que une la tibia y el fémur por
la parte posterior de la rodilla, en
forma de cruz.
Ligamento rotuliano. Ligamento que une la rótula con la tibia.
Menisco lateral y menisco medial. Especie de almohadillas situadas
entre los cóndilos femorales y la tibia que evita que la fricción entre ambos
dañe las caras en contacto de ambos huesos.
Cuando se inicia con la
tendinitis rotuliana, es necesario tener en cuenta que un tratamiento inicial
debe ser inicial para poder hacer frente a dicha patología. Para dicho
tratamiento el trabajo coordinado de médicos, fisioterapeutas y a su vez de
licenciados de ciencias de la actividad física y del deporte nos llevará a
conseguir la recuperación en el menor tiempo posible. Seguiremos unos pasos:
1º Reducción de la
actividad física.
2º Aplicación de hielo en
la rodilla.
3º Uso de
anti inflamatorios (siempre recetados por el traumatólogo).
4º Masajes y ejercicios de
rehabilitación.
Durante el periodo de
inactividad o de reducción de la actividad física podremos servirnos de la utilización
de la electroestimulación local en la musculatura extensora de rodilla para
mantener el tono muscular. Podremos seguir la siguiente tabla de entreno:
|
TIPO DE ENTRENAMIENTO
|
LUNES
|
Descanso
|
MARTES
|
Programa de resistencia aeróbica del aparato de electroestimulación
en el tren inferior.
Estiramientos.
|
MIÉRCOLES
|
Descanso.
Estiramientos.
|
JUEVES
|
Programa de resistencia aeróbica del aparato de electroestimulación
en el tren inferior.
Estiramientos.
|
VIERNES
|
Descanso y Estiramientos.
|
SÁBADO
|
Descanso y Estiramientos.
|
DOMINGO
|
Programa de capilarización del aparato de electroestimulación en el
tren inferior.
Estiramientos.
|
Cuando el traumatólogo considere
adecuado el inicio del trabajo activo de la rodilla, deberemos a su vez seguir
unos pasos:
1º movimiento de amplitud
de movimiento
2º ejercicios de
potenciación de la musculatura flexora de rodilla.
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