En la
actualidad, están surgiendo nuevas tendencias a la hora de realizar actividad
física. La tendencia del HIIT o ejercicios de alta intensidad están ganando
mucha fuerza con respecto a las corrientes clásicas de ejercicio físico. El HIIT plantea que un ejercicio de
alta intensidad durante 20-25 minutos puede igualar al ejercicio aeróbico de
larga duración. Pero, ¿Es esta afirmación real? A lo largo de este artículo
expondremos diversos estudios que aportarán luz a esta pregunta.
En primer
lugar, vamos a explicar brevemente algunos de los aspectos principales del
HIIT. El ejercicio de alta intensidad da lugar a que se implique la Aplicación de un esfuerzo máximo
en un tiempo mínimo con el fin De provocar el máximo crecimiento muscular. (Cánovas, 2009)
Según
plantea Cánovas (2009) “llevar cada serie
al fallo muscular es el modo más eficiente de entrenarse, porque esto asegura
que el mayor número de fibras de músculo son estimuladas en la cantidad de
tiempo más breve de trabajo y con el volumen más bajo posible.”
Para
ello, será necesario conocer cuál es nuestro RM (repetición Máxima) ¿Cómo
calculamos las cargas de entrenamiento? Ponemos un peso del cual estoy seguro
que lo moveré más o menos fácilmente (por ejemplo, 60 kg). Realizo el mayor número
de repeticiones posibles (en este caso 9).
Con estos
datos miro en la tabla adjunta1 y veo que el corresponde a un 76,5%. Ahora aplico la
siguiente fórmula:
La
tendencia del HIIT se basa en la idea de que a mayor intensidad, mayor será el
gasto calórico, no solo durante el ejercicio sino que también en la
recuperación, al producirse una aceleración del metabolismo para recuperar el
organismo.
Por otro
lado tenemos el entrenamiento convencional de resistencia aeróbica o más
conocido como cardio. Este tipo de entrenamiento se basa en realizar una
actividad física, como correr o bicicleta a intensidad moderada durante
periodos de tiempo superiores a los 90 minutos. Este tipo de trabajo se basa en
la idea de que pasado ese periodo de tiempo, el cuerpo inicia la degradación de
lípidos al haber agotado los depósitos de glucógeno.
Ahora
bien, ¿Cuál de los dos entrenamientos es más efectivo? La problemática de los
estudios que actualmente existen es que cada uno de ellos trata de defender la
hipótesis planteada, con lo que cada uno de ellos muestra resultados diversos.
Veamos algunos estudios al respecto.
Un
estudio llevado a cabo por Matsuo et Al (2014) realizado en personas
sedentarias durante 8 semanas, realizando un entrenamiento HIIT durante 13
minutos 5 veces por semana mostró que estos sujetos quemaron más calorías que
aquellos que realizaron un programa de resistencia aeróbica, incrementando en
un 107% las calorías usadas en la recuperación y mejorando un 12.5% su VO2
Máximo.
Otro
estudio publicado en International
journal of obesity comparó a un grupo de sujetos que realizaron un
entrenamiento de HIIT frente a otro grupo que realizó entrenamiento aeróbico.
En este estudio queda de manifiesto que los sujetos que realizaron el
entrenamiento HIIT redujeron 1.50 kg. De masa grasa.
Por el
contrario, en otro estudio realizado recientemente planteo dos grupos, el
primero realizando un entrenamiento de HIIT durante 10 minutos frente a otro
grupo que realizo un entrenamiento aeróbico durante 45 minutos (75% FCM). Ambos
grupos realizaron sus entrenamientos 3 veces por semana durante 12 semanas.
Después de dicho entrenamiento se demuestra que el consumo de VO máximo mejora
en ambos grupos en torno al 19% y se redujo en torno a un 2% de masa grasa en
ambos grupos. Vemos pues, que en ambos grupos se producen unos resultados
similares, pero en el estudio se hace hincapié que aquellas personas que no
están entrenadas tienen el doble de riesgo de muerte frente a Aquellas personas
entrenadas si realizan el protocolo HIIT.
Como
vemos, todavía existe una gran disparidad en relación a que método de
entrenamiento es más efectivo. Lo que si queda de manifiesto es que aquellas
personas que no están entrenadas deben iniciarse en un entrenamiento aeróbico
previamente a realizar un entrenamiento de alta intensidad.
Bibliografía
Astrand,
P.-O., & Rodahl, K. (1995). Fisiología del trabajo Físico. Buenos
Aires: Panamericana.
Cánovas, R. (2009). Entrenamiento de alta
intensidad. Badalona: Paidotribo.
Hohmann, A.,
Lames, M., & Letzelter, M. (2005). Einführung in die
Trainingswissenschaft. Badalona:
Paidotribo.
Minuchin, P. (2008). Fisiología del ejercicio II.
buenos Aires: Nobuko.
Thibaudeau, C. (2007). El Libro Negro de los
Secretos del entrenamiento. París: F.Lepine.
Vived, A. M. (2005). Fundamentos de la fisiología
de la actividad física y el deporte. Buenos Aires: Panamericana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario