Como todos bien sabemos, el
cuerpo humano necesita energía para poder mantener su funcionamiento de forma
continua. El corazón necesita latir, el cerebro mantener su actividad, etc. Pero
el aporte de energía no es continua, si no que se produce en el momento en el
que ingerimos alimentos. Entonces, ¿Cómo es posible que el cuerpo pueda
funcionar?
El cuerpo es inteligente, y
durante los periodos de ingesta, realiza reservas de energía para que cuando
sea necesario se pueda metabolizar dicha energía almacenada. Estas reservas
energéticas se almacenan a través de:
GLUCOGENO: son limitadas y se
encuentran en el músculo y en el hígado principalmente.
LIPIDOS: Son ilimitadas y se
encuentran en el tejido graso.
Pero, ¿Cómo se produce la
contracción muscular?
Para que se produzca la contracción muscular es necesario
ATP. El ATP puede provenir de diferentes vías:
Fosfocreatina (PCr): Produce mucha energía de manera muy rápida.
El principal problema es quel las reservas son muy limitadas. Su tiempo de acción
se limita a no más de 10 segundos.
Glucolisis anaeróbica: su producción de energía es elevada
sin necesidad de utilizar oxígeno. Produce sustancias de desecho, como es el
lactato. Su duración aproximada es de 2-3 minutos.
Glucolisis aeróbica: produce una cantidad moderada de energía
a través de la oxidación de las sustancias. Su duración puede estar en torno a
los 90 minutos
Degradación de ácidos grasos: supone la última vía, al
agotarse las vías anteriores y su aporte es ilimitado.
A modo de resumen, podemos concluir el siguiente esquema:
-Maughan, Ronald J. (2014). The Encyclopedia of Sports Medicine: An IOC Medical Commission Publication, Volume 19. International Olympic Committee.
-Burke, L.M.; Hawley, J.A.; Wong, S.H.; Jeukendrup, A. (2011). Carbohydrates for training and competition, Journal of Sports Sciences, 29:1, 17 –27.
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