martes, 25 de julio de 2017

Actividad física y buena alimentación (I)

Como todos bien sabemos, el cuerpo humano necesita energía para poder mantener su funcionamiento de forma continua. El corazón necesita latir, el cerebro mantener su actividad, etc. Pero el aporte de energía no es continua, si no que se produce en el momento en el que ingerimos alimentos. Entonces, ¿Cómo es posible que el cuerpo pueda funcionar?

El cuerpo es inteligente, y durante los periodos de ingesta, realiza reservas de energía para que cuando sea necesario se pueda metabolizar dicha energía almacenada. Estas reservas energéticas se almacenan a través de:

     GLUCOGENO: son limitadas y se encuentran en el músculo y en el hígado principalmente.

     LIPIDOS: Son ilimitadas y se encuentran en el tejido graso.


Pero, ¿Cómo se produce la contracción muscular?



Para que se produzca la contracción muscular es necesario ATP. El ATP puede provenir de diferentes vías:

     Fosfocreatina (PCr): Produce mucha energía de manera muy rápida. El principal problema es quel las reservas son muy limitadas. Su tiempo de acción se limita a no más de 10 segundos.

     Glucolisis anaeróbica: su producción de energía es elevada sin necesidad de utilizar oxígeno. Produce sustancias de desecho, como es el lactato. Su duración aproximada es de 2-3 minutos.

    Glucolisis aeróbica: produce una cantidad moderada de energía a través de la oxidación de las sustancias. Su duración puede estar en torno a los 90 minutos

    Degradación de ácidos grasos: supone la última vía, al agotarse las vías anteriores y su aporte es ilimitado.

A modo de resumen, podemos concluir el siguiente esquema:




-Maughan, Ronald J. (2014). The Encyclopedia of Sports Medicine: An IOC Medical Commission Publication, Volume 19. International Olympic Committee.

-Burke, L.M.; Hawley, J.A.; Wong, S.H.; Jeukendrup, A. (2011). Carbohydrates for training and competition, Journal of Sports Sciences, 29:1, 17 –27.


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